Este miércoles es el Día de los Enamorados. Y aunque el origen de San Valentín se remonta a la época de los romanos, la celebración como tal de este día se ha venido comercializando con los años y hoy por hoy, el 14 de febrero es una fecha en la que los restaurantes se llenan y las flores se acaban, incluso me atrevo a decir que trae consigo una presión por gastar dinero para poder “hacerlo bien”.
Celebrar “Valentine’s Day” de la manera “correcta”, como nos lo han vendido, resulta un factor de estrés para muchas parejas, de hecho está comprobado que esas altas expectativas que nos ha impuesto la sociedad se terminan transformando en muchas ocasiones en motivo de conflicto.
Soy defensora del amor y me encanta ayudar a que las parejas vivan y no sobrevivan, por eso mi propuesta nunca será desaprovechar la fecha, creo que si existe un día para el amor, tenemos que apoderarnos de este y celebrarlo. Pero, sí quisiera proponer celebrarlo distinto, algo pequeño, algo diferente, algo especial, ver en el día la oportunidad para conectar emocionalmente y sumar en nuestra cuenta de banco emocional.
No es nuevo para nadie, pero vale la pena recordarlo:
El mejor regalo que le podemos dar a nuestra pareja será una relación feliz, sana y satisfactoria.
Entonces, ¿cómo vivir Valentine’s Day?
Sin estrés. Sin presión. CÓMODOS, ¡sí! cómodos, tranquilos, relajados, ambos en la misma página.
¿Cómo ir en contra de lo que nos han dicho?
Al igual que todo en la vida, no existen recetas perfectas, todos somos distintos y tenemos que encontrar nuestra medida perfecta.
Pero intentando generalizar les propongo 2 cosas:
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Refrescar y actualizar los mapas del amor.
Conocer los mapas del amor de la pareja es conocer su mundo interno, saber quién es, qué le gusta, qué añora, extraña o desea. Es lo que hacemos todos cuando estamos iniciando una relación, nos conocemos cero y poco a poco llegamos a conocernos más y más.
Sin embargo, el error más grande es que creemos que nos conocemos una única vez, que conforme pasa el tiempo no es necesario volver al inicio y ver qué tanto hemos cambiado, volvernos a conocer. Y realmente, la vida nos hace cambiar, hace 10 años yo jamás habría dicho que mi canal favorito era Disney Junior por ejemplo. Ser mamá me ha hecho cambiar muchos gustos, hoy disfruto distinto un buen café, antes ni siquiera me gustaba. Y así nos pasa a todos, con hijos o sin hijos, la vida nos enfrenta a situaciones que nos van transformando y esto es maravilloso, vamos cambiando, evolucionando a ser quien somos hoy.
Tomar un momento el 14 de febrero para repasar mapas del amor es una excelente idea, desde la simpleza de preguntar cual sabor de helado disfruta más ó cuéles consideraría hoy sus vacaciones soñadas. Si van a cenar, pueden hacerlo ahí. Si deciden quedarse en la comodidad de la casa, el sillón y las cobijas también pueden hacerlo ahí. Y si vienen del trabajo en medio de las presas, también pueden hacerlo ahí. Lo único que ocupan es de ustedes dos, y el deseo de preguntar.
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Regalar tiempo de calidad.
En esta vida actual tan llena de obligaciones y presiones, lo más valioso que nosotros tenemos es nuestro tiempo. Es lo que no se compra, no se repone y lo que más deberíamos valorar. Por eso, si usted quiere darle un regalo a su pareja este día de San Valentín, regálele de su tiempo y propongan tener juntos tiempo de calidad.
Tiempo de calidad, no es simplemente tiempo que pasan juntos, ¡No! Tiempo de calidad es atención exclusiva, sin distracciones como redes sociales, teléfonos, trabajo, incluso hijos. Es estar 100% para el otro, para disfrutar el momento.
Así que una idea que podrían regalar son cupones que valen por:
- Caminatas juntos.
- Paseos cortos para conocer algún lugar fuera de la ciudad.
- Un buen café viendo el atardecer.
- Contemplar la luna desde un lugar nuevo.
- Velada romántica con vino y quesos.
- Asistir a un curso de cocina juntos y luego aplicarlo en casa.
- Una buena película juntos en el sillón con palomitas de maíz, seguido de un espacio para comentarla.
- Un día de relajación, masaje y paz.
- Un masaje antes de dormir.
- Aprender algo nuevo juntos.
- Una aventura extrema (canopy, rafting, etc)
- Cenas sin celulares.
- Fin de semana sin tecnología.
Cada pareja puede decidir cómo celebrar este día, o si la celebración la mueven a otra fecha. Lo importante es recordar que lo mejor es hacerlo a nuestra manera. Dejen de lado lo que la sociedad dice, no hay una manera “correcta” y lo que nos han vendido no necesariamente es lo que nos llena.
Busquemos celebrar el amor, pero hagámoslo sintiéndonos bien, disfrutando sin presiones. Veamos la oportunidad de crear rituales de conexión, volvamos a lugares que tienen un valor emocional en la relación, veamos películas que nos signifiquen algo, retomemos las mismas preguntas año con año. Más allá de pensar en caer en una rutina, podemos convertirlos en una tradición, en un ritual de conexión que nos dará la oportunidad de ver atrás en la relación y revivir los momentos, recordando como han cambiado y como se han fortalecido con el pasar de los años.
Que disfruten el día, me encantaría conocer como lo van a celebrar, cómo es la “manera perfecta” en sus relaciones. Yo de mi parte no he planeado nada con mi esposo, pero probablemente una vez que hayamos dormido a nuestras hijas, disfrutaremos un vino y cenaremos juntos a la par de la chimenea de nuestra casa!
